jueves, 10 de junio de 2010

Antibiograma.


El antibiograma es un test de resistencia o sensibilidad de las bacterias bajo la acción de diversos antibióticos. Si un microorganismo está en contactado con la droga y aún así persiste su capacidad vital, se deduce la inoperancia farmacológica del producto para tal germen. Hay resistencia al antibiótico. Inversamente si la zona que rodea al antibiótico está totalmente libre, o sea, que no hay desarrollo de la bacteria: esta es sensible a la droga.
Esta zona circundante al antibiótico, llamada halo de inhibición, es de gran valor clínico para iniciar, continuar o modificar una terapia.
Técnica: El laboratorista realiza comúnmente la técnica de difusión en placa de petri, porque es más sencillo y menos costoso que la técnica de dilución en tubo.
Este método fue descrito inicialmente por Vincent y Vincent en 1944 y modificado parcialmente por otros investigadores. Al medio de cultivo para las bacterias colocado en cápsulas de petri, se le adicionan discos o comprimidos de antibióticos, separados entre sí convenientemente, se incuban durante 12 horas a 18 horas a 37ºC , al cabo de las cuales se efectúa la lectura.
Las técnicas de un antibiograma requieren experiencia en el laboratorio y conocimientos bacteriológicos adecuados, de lo contrario se cometen errores importantes de repercusión clínica.
Factores a tener en cuenta que podrían causar problemas a la hora de la terapéutica.


Consistencia del medio de cultivo;
Cantidad de antibiótico contenida en cada disco ensayado;
Material infeccioso fresco;
Tiempo de incubación y espera para efectuar la lectura;
Medición correcta (en milímetros) del halo inhibitorio;
Calidad de la inhibición;
Prever contaminación (posible) del antibiograma por empleo de técnicas defectuosas.

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