jueves, 3 de junio de 2010

Abuso de antibióticos y enfermedades emergentes


Las formas usuales de abuso de los antibióticos incluyen la toma de antibióticos para una enfermedad no infecciosa o infección no bacteriana, en particular el uso de antibióticos para las infecciones víricas, como un catarro o una gripe; y la administración incompleta del antibiótico, generalmente debido a que el paciente se siente mejor una vez que la infección comienza a ceder.En algunas ocasiones, los antibióticos son recetados innecesariamente por los propios médicos, a veces por presión del paciente y otras veces, incluso, sin que el paciente lo solicite.
Existe un debate sobre la conveniencia de incluir los antibióticos en la dieta de los animales de granja sanos. Los opositores de esta práctica indican que conduce a la resistencia a los antibióticos, incluyendo a las bacterias que infectan a los humanos. La práctica continúa en muchos lugares, no obstante, debido a que los antibióticos en la alimentación del ganado proporciona un aumento de peso y porque tiene sentido económico para las granjas o ranchos individuales. El abuso de este medicamento puede dañar al paciente.

as emergentes son aquellas enfermedades de origen infeccioso cuya incidencia en humanos se ha incrementado en las dos últimas décadas o amenaza con aumentar en los próximos años, mientras que las reemergentes son patologías cuya incidencia estaba disminuyendo en las últimas décadas y se creían controladas, dormidas o en retroceso, pero que, por diversas circunstancias, tanto su frecuencia como morbimortalidad están aumentando en forma de brotes.
El mal uso de los antibióticos, la creciente circulación internacional de viajeros, las migraciones y una mala planificación de las actividades preventivas han provocado que en los últimos años tanto en España como en otros países occidentales se haya detectado un aumento en este tipo de patologías.

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